Datos ficticios para justificar el veto a jubilados. Milei habló en el aniversario 140 de la Bolsa de Comercio de Rosario

Dijo que el costo del aumento a jubilados, que supone sólo 13 mil pesos más por pasivo, «es de 370 mil millones de dólares». «No voy a entregar el resultado fiscal, aunque los degenerados fiscales insistan», aseguró.

El reciente debate sobre la nueva fórmula de movilidad jubilatoria puso en el centro de la escena la posibilidad de que el presidente de la Nación, Javier Milei, ejerza su poder de veto.

Luego de que el Senado aprobara por amplia mayoría la ley que modifica el sistema de aumentos previsionales, Milei advirtió que podría vetar la medida, argumentando la necesidad de mantener el equilibrio fiscal. Pero ¿qué implica exactamente vetar una ley y qué ocurre cuando el Presidente toma esta decisión?

Qué es el VETO presidencial

El veto presidencial es una facultad otorgada al Poder Ejecutivo para rechazar, total o parcialmente, un proyecto de ley aprobado por el Congreso. Este mecanismo actúa como un control y balance entre los poderes, permitiendo al Presidente frenar iniciativas que considera perjudiciales o que no coinciden con su visión de gobierno.

En el caso de la reciente ley de movilidad jubilatoria, Milei señaló que no permitirá que se comprometa el equilibrio fiscal, insinuando que podría utilizar el veto para bloquear la nueva normativa. “Defenderé la caja a veto puro si es necesario”, afirmó en sus redes sociales.

Cómo funciona el veto

Una vez que el Congreso aprueba un proyecto de ley, el Presidente tiene hasta 10 días hábiles para decidir si lo promulga o lo veta. Si opta por el veto, su decisión debe ser acompañada por la firma de uno o más ministros de su gabinete.

El veto puede ser total, rechazando el proyecto en su totalidad, o parcial, objetando solo algunos artículos. Esta última opción, introducida en la reforma constitucional de 1994, permite al Presidente promulgar las partes no vetadas de la ley, siempre y cuando no se desvirtúe el espíritu del proyecto.

Qué sucede después de un veto

Cuando el Presidente veta un proyecto de ley, este regresa al Congreso. Allí, la Cámara de origen puede intentar superar el veto mediante un procedimiento llamado «insistencia». Para que la insistencia sea efectiva, se requiere que dos tercios de los miembros presentes en ambas Cámaras voten a favor del proyecto. Si lo logran, la ley se promulga sin necesidad de la firma presidencial. Si no se alcanza esta mayoría, el proyecto queda archivado.

Históricamente, la insistencia fue poco frecuente. Desde el regreso de la democracia en 1983, solo en 36 ocasiones el Congreso logró ratificar una ley vetada previamente por el Ejecutivo.

La importancia del veto en la política argentina

El veto presidencial es una herramienta poderosa que refleja la tensión y la necesidad de consenso entre el Ejecutivo y el Legislativo. En el contexto actual, donde el oficialismo no cuenta con mayoría en el Congreso, el veto se convierte en una estrategia clave para el gobierno de Milei, que busca mantener sus políticas de ajuste fiscal.

El debate sobre la nueva fórmula de movilidad jubilatoria y la posibilidad de que Milei la vete subraya la importancia de este mecanismo en la política argentina, demostrando que el equilibrio de poderes sigue siendo un pilar fundamental de la democracia.

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