Axel Kicillof entusiasmó a la sexta con la posibilidad de un triunfo en 2023

El gobernador Axel Kicillof desembarcó hoy en el balneario de Claromecó, partido de Tres Arroyos, un importante destino turístico de la sexta sección. Como en cada visita al interior, la actividad tuvo dos partes: una institucional y una política. Sobre la primera ya se informó en esta nota. Sobre la segunda conviene seguir leyendo.
Kicillof encabezó una reunión con intendentes, legisladores y dirigentes “sin tierra” del sudoeste bonaerense. Es, claramente, territorio enemigo: hace diez años que el peronismo no puede ganar allí. Todas las tribus que confluyen en el Frente de Todos se muestran dispuestas a cortar la racha en 2023 pero por el momento no logran los consensos mínimos.
El auditorio que esperaba al Gobernador era heterogéneo pero fiel. Y escuchó una larga exposición que abordó la coyuntura internacional, nacional y provincial, desde el avance de la derecha reaccionaria y sus métodos violentos en la región -caso Brasil- y su correlato de cabotaje con las jugarretas de nuestro poder judicial que tienen a la provincia de Buenos Aires en jaque frente a la posibilidad de perder fondos federales que necesita como el agua.
El profesor Kicillof logró entusiasmar a la tropa cuando explicó su mirada sobre la provincia de Buenos Aires. “Dejó de hablar de la pandemia y empezó a hablar del futuro”, sintetizó un intendente que salió motivado de Claromecó. “Mostró entusiasmo y nos entusiasmó a nosotros”, respaldó otra fuente que celebró un giro discursivo específico y casi imperceptible: “dejó de apuntarle al neoliberalismo, ahora es la derecha”, señaló.
El acto que encabezó Axel Kicillof en Claromecó
Axel candidato: ¿a qué?
Problemas de agenda -el encuentro comenzó un poco tarde- impidieron que cada uno de los presentes desarrollara su propio análisis político. Así quedó trunco un pedido de la dirigencia del interior y del Conurbano, que quieren discutir política con el Gobernador. Dos de los presentes apostaron a la síntesis y lanzaron un clamor para que Axel Kicillof sea candidato. Aquí las versiones se apartan: algunos dirigentes consultados por este portal aseguraron que pedían por su reelección. Otros apuntaron más arriba.
No es un dato de color: en el peronismo de la provincia de Buenos Aires hay quienes creen que el paso al costado que dio Cristina Kirchner -más bien su proscripción- abrió un escenario en el cual Axel debe dar un paso al frente para disputar al presidencia. El Gobernador no quiere saber nada con la posibilidad de ser el Antonio Cafiero del siglo XXI y se enfoca en la búsqueda de un nuevo mandato. Con una aclaración de rigor: asegura que trabajará para que en 2023 haya una victoria del Frente de Todos, como dando a entender que no todas las decisiones pasan por él.
Independientemente del lugar que ocupe Kicillof en la boleta, se espera que sean unas elecciones difíciles para el Frente de Todos en el interior provincial. El análisis del Gobernador atribuye a los jefes territoriales un rol fundamental para revertirlo. La arenga caló hondo: “la Provincia está ganable, en Nación somos competitivos y en el interior traccionaremos nosotros”, planteó un intendente a este cronista sin ocultar un repentino soplo de optimismo.
Ese análisis se basa en el paulatino control de las variables macro, entre ellas la inflación. “Si baja a 3 puntos estaremos bien”, sostienen en el territorio. La obra pública juega un rol central. Se repite como un mantra una frase: “nunca se vio tanta como en estos años”. La performance del mandatario bonaerense en su periplo sureño es parte de la misma explicación. Hoy, además de reunir a la tropa propia, dialogó con dirigentes de la oposición, trabajadores y empresarios de la región. “Trajo nueve ministros y respondió todos los planteos que le hicieron”, señaló un testigo presencial de la jornada, más acostumbrado a las visitas exprés y para la foto que eran el sello de las gestiones que precedieron a la actual.
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